martes, 25 de diciembre de 2007

Elucubraciones divagantes




Aniquilado Pepito Grillo ¡POR FIN! Ese ser pseudoimaginario que ha estado demasiado tiempo dando por el culo (perdonad la ordinariez, pero es así) doy gracias por conservar a MR. Sentido Común.

Este personaje, menos habitual de lo que su apellido indica, es algo más permisivo que el difunto Señor Grillo, aunque a veces anda corto de reflejos y llega tarde, haciendo que aquel/la que ha puesto en sus manos la sensatez y se deja llevar por las circunstancias, meta la pataza.

No obstante, gracias Sentido Común y gracias a sus Musas de la Asesoría Postcrisis (o postcagada).

A los lectores/as: disculpad por los delirios momentáneos y las elucubraciones divagantes.

sábado, 22 de diciembre de 2007

VÉRTIGO


Siento vértigo



Vértigo y no por la altura, sino por la velocidad acontecia últimamente.



Mejor frenar que arrepentirse, aunque, por otro lado, también se dice que es mejor arrepentirse de los que sucedió que de lo que no se atrevó a hacer.

No tengo ni idea, yo sigo dibagando y dibujando una historia con lápiz y papel, pero sin poder emplear goma de borrar ¿o sí?



jueves, 6 de diciembre de 2007

Miradas IV

MIRADAS IV
Dos semanas han pasado desde la fiesta. Sin apenas miradas robadas. Era algo extraño, un mirarnos sin mirar, un querer vernos sin provocar la situación.

Él ha cambiado su atuendo, va menos informal. No abusa del chándal. Continúa con su calzado deportivo, pero no tan desaliñado y a cambiado el chándal por pantalones vaqueros o similares con cazadoras de sport. Informal, no llega a arreglado pero ha sumado puntos.

Se han ido desvaneciendo mis pensamientos creyéndolos meras ilusiones producto de la sugestión. Hasta hoy.

Hoy nos hemos vuelto mirar. Miradas furtivas y medias sonrisas mal disimuladas. Charlábamos con la misma gente en la parada del bus. Me miraba agachando la cabeza cando hablaba.

Éramos el y un buen grupo de chicas. Al subir al bus sólo había un asiento libre, el quedó de pié y nos pregunto si nos íbamos a sentar alguna (que educadito). Charlábamos entre nosotras pero yo estaba en otro lugar (ya sabes donde) y el disimulaba girándose hacia nosotras, pero ¿me miraba?
Llegaba a mi parada a mi parada, me acerque a la puerta del bus, justo detrás de su asiento, me apoyé en la puerta (había mucha gente) mirando a mis compañeras (y a el). El cambió ligeramente de postura para pasar de mirar al interior del bus a la ventanilla. Le pilla varias veces mirando hacia atrás, incluso, creo que hubo un instante, casi imperceptible, que nos sostuvimos la mirada.

lunes, 19 de noviembre de 2007

Miradas III

MIRADAS III



Después de todo esto nada, solo los habituales saludos del pasillo.

Pero por fin llegó la fiesta en la que celebrábamos el haber llegado al ecuador de nuestras respectivas carreras, el “Paso de ecuador”.

En la fiesta estaba en la barra, junto con dos amigas, esperando para pedir, de pronto lo veo al otro extremo de la barra, frente a nosotras y les dije "ese es el chico de las miradas".

Ante esta situación, y con algún que otro cubata a mis espaldas, hice todo lo posible para ponerme frente a el, (me recordó mucho al primer día de miradas) y, como no, un saludo de estos a la fuerza y un "¿qué tal?" lejano.

Por mi parte había miradas furtivas y mis amigas me dijeron que el también me miraba hasta que se dio cuenta de que ellas lo observaban. Tras percatarse se corto un poco y miraba mas de vez en cuando, es muy tímido, aunque no se quien supera a quien en esto de la timidez, él o yo.

Lástima que no lo viese más el viernes de la fiesta...



CONTINUARÁ

viernes, 16 de noviembre de 2007

Miradas II

MIRADAS II



El curso siguiente comenzó. No veía al “chico de las miradas” desde junio. Los dos hacíamos todo lo posible por forzar el saludo por los pasillos.


Unas dos semanas después de que estos encontronazos se intensificasen hubo una conferencia, de mi clase solo fui yo, el estaba allí. Estábamos sentados de tal manera que yo girando levemente la cabeza lo podía ver, ya que no había mucha gente. Me percate de que el también miraba, al salir, yo me fui a la parada del bus, y el también vino con una chica de su clase. Todos cogimos el mismo bus, estuvimos hablando bastante rato porque había tráfico.


A los dos días de esto hubo una reunión del periódico de la universidad, fuimos muy pocas personas, entre ellas el, claro. Era una reunión informal, yo me apoyé en una mesa, a cierta distancia de otro chico. El aula era bastante grande y estaba casi vacía, pero él _el “chico de las miradas”_ se sentó también sobre la mesa, justo a mi lado.


Al rato, el otro chico que estaba junto a mi se levantó, había poco espacio entre las dos mesas así q tanto yo como “el chico de las miradas” nos tuvimos que incorporar para dejarlo pasar.


¿Cuál fue mi sorpresa? Al volverse a sentar “el chico de las miradas” se sentó rozándome la mano, más cerca imposible.


CONTINUARÁ

miércoles, 14 de noviembre de 2007

Miradas I

Este es un fragmento de una historia que tengo entre manos, poco a poco iré publicando el resto de "MIRADAS" en Primavera infinitA.


Hace un par de cursos me decidí por una optativa por la que casi nadie que conocía estaba muy interesado. En esta clase había un chico de otra clase del que no me había percatado hasta el momento.

Es un chico dos o tres años mayor que yo. No es especialmente guapo (tampoco es feo), simplemente me resulta atractivo, quizá porque me callo muy bien.

En la primera practica me tocó hacer el trabajo con el de pareja con el y me cayó muy bien (quiero creer que fue mutuo).
Fuimos coincidiendo a lo largo del cuatrimestre.

En esa asignatura nos sentábamos en círculo. Un día, ya me había empezado a hacer “tilín”, estábamos uno enfrente del otro, a una distancia considerable con el ordenador abierto y ambos en el messenger (no tengo el suyo, pero se nota). Yo estaba hablando por el messenger con una amiga, y con este chico no parábamos de echarnos miradas furtivas, nos cazamos un par de veces, yo le iba contando a mi amiga y el, sospecho, a un amigo suyo q estaba a dos sitios de el, también en mi clase, frente a mi; así que veía perfectamente cada vez que el escribía (normalmente después de una mirada) y como su amigo y el se reían y se miraban.

A partir de ese momento las miradas continuaron, pero curso terminó.
CONTINUARÁ

lunes, 12 de noviembre de 2007

Necesito enamorarme.

Necesito enamorarme.


Sencillo ¿no?
Aparentemente lo es, al menos si hay algún muchacho en perspectivas. Pero últimamente me está resultando tan difícil. Es como una coraza, un “quiero pero, NO QUIERO”.


Es algo así como una hiperprotección inconsciente de mi ello a mi superyo en el que mi yo no tiene cabida alguna.


Me protege del caer desde demasiado alto, pero no me protege del querer y no querer/poder, de esas cavilaciones intrínsecas a mi persona como si de mi ADN se tratase.


¿Sencillo? NO

jueves, 8 de noviembre de 2007

La noche y Goethe.

"La noche es la mitad de la vida, y la mejor mitad". Goethe


Estaba pensando en que ya era hora de renovar el blog y, como no, de noche, para variar, la "nochivorez" es intrínseca a mi persona, así que me he acordado de esta frase del amigo Goethe.

Interesante ¿no es así? Al menos a mi me lo parece.

Me encanta la noche, no solo por salir de fiesta (a ver que vais a pensar). La noche implica mucho más, encierra algo mágico, en la noche aparecen las musas, los duendes aparecen bajo la luz de la luna, las hadas comienzan a danzar y juntos dan rienda suelta a mi cabeza, la imaginación rebosa y la creación susurra en la intimidad de la noche.



Buenas noches.

jueves, 1 de noviembre de 2007

There is...

There is time
There is live.
There is day,
There is night.
There is me,
Where is him?

miércoles, 31 de octubre de 2007

Tributo a G.A. Bécquer

Espíritu sin nombre,
indefinible esencia,
yo vivo con la vida
sin formas de la idea.

Yo nado en el vacío,
del sol tiemblo en la hoguera,
palpito entre las sombras
y floto con las nieblas.

Yo soy el fleco de oro
de la lejana estrella,
yo soy de la alta luna
la luz tibia y serena.

Yo soy la ardiente nube
que en el ocaso ondea,
yo soy del astro errante
la luminosa estela.

Yo soy nieve en las cumbres,
soy fuego en las arenas,
azul onda en los mares
y espuma en las riberas.

En el laúd, soy nota,
perfume en la violeta,
fugaz llama en las tumbas
y en las ruïnas yedra.

Yo atrueno en el torrente
y silbo en la centella,
y ciego en el relámpago
y rujo en la tormenta.

Yo río en los alcores,
susurro en la alta yerba,
suspiro en la onda pura
y lloro en la hoja seca.

Yo ondulo con los átomos
del humo que se eleva
y al cielo lento sube
en espiral inmensa.

Yo, en los dorados hilos
que los insectos cuelgan
me mezco entre los árboles
en la ardorosa siesta.

Yo corro tras las ninfas
que, en la corriente fresca
del cristalino arroyo,
desnudas juguetean.

Yo, en bosques de corales
que alfombran blancas perlas,
persigo en el océano
las náyades ligeras.

Yo, en las cavernas cóncavas
do el sol nunca penetra,
mezclándome a los gnomos,
contemplo sus riquezas.

Yo busco de los siglos
las ya borradas huellas,
y sé de esos imperios
de que ni el nombre queda.

Yo sigo en raudo vértigo
los mundos que voltean,
y mi pupila abarca
la creación entera.

Yo sé de esas regiones
a do un rumor no llega,
y donde informes astros
de vida un soplo esperan.

Yo soy sobre el abismo
el puente que atraviesa,
yo soy la ignota escala
que el cielo une a la tierra.

Yo soy el invisible
anillo que sujeta
el mundo de la forma
al mundo de la idea.

Yo, en fin, soy ese espíritu,
desconocida esencia,
perfume misterioso
de que es vaso el poeta.
Gustavo Adolfo Bécquer, especialmente en este puema, su Rima V, define a la perfección mi espíritu y el espíritu que en este blog con ilusión esta noche comienzo.