lunes, 19 de noviembre de 2007

Miradas III

MIRADAS III



Después de todo esto nada, solo los habituales saludos del pasillo.

Pero por fin llegó la fiesta en la que celebrábamos el haber llegado al ecuador de nuestras respectivas carreras, el “Paso de ecuador”.

En la fiesta estaba en la barra, junto con dos amigas, esperando para pedir, de pronto lo veo al otro extremo de la barra, frente a nosotras y les dije "ese es el chico de las miradas".

Ante esta situación, y con algún que otro cubata a mis espaldas, hice todo lo posible para ponerme frente a el, (me recordó mucho al primer día de miradas) y, como no, un saludo de estos a la fuerza y un "¿qué tal?" lejano.

Por mi parte había miradas furtivas y mis amigas me dijeron que el también me miraba hasta que se dio cuenta de que ellas lo observaban. Tras percatarse se corto un poco y miraba mas de vez en cuando, es muy tímido, aunque no se quien supera a quien en esto de la timidez, él o yo.

Lástima que no lo viese más el viernes de la fiesta...



CONTINUARÁ

viernes, 16 de noviembre de 2007

Miradas II

MIRADAS II



El curso siguiente comenzó. No veía al “chico de las miradas” desde junio. Los dos hacíamos todo lo posible por forzar el saludo por los pasillos.


Unas dos semanas después de que estos encontronazos se intensificasen hubo una conferencia, de mi clase solo fui yo, el estaba allí. Estábamos sentados de tal manera que yo girando levemente la cabeza lo podía ver, ya que no había mucha gente. Me percate de que el también miraba, al salir, yo me fui a la parada del bus, y el también vino con una chica de su clase. Todos cogimos el mismo bus, estuvimos hablando bastante rato porque había tráfico.


A los dos días de esto hubo una reunión del periódico de la universidad, fuimos muy pocas personas, entre ellas el, claro. Era una reunión informal, yo me apoyé en una mesa, a cierta distancia de otro chico. El aula era bastante grande y estaba casi vacía, pero él _el “chico de las miradas”_ se sentó también sobre la mesa, justo a mi lado.


Al rato, el otro chico que estaba junto a mi se levantó, había poco espacio entre las dos mesas así q tanto yo como “el chico de las miradas” nos tuvimos que incorporar para dejarlo pasar.


¿Cuál fue mi sorpresa? Al volverse a sentar “el chico de las miradas” se sentó rozándome la mano, más cerca imposible.


CONTINUARÁ

miércoles, 14 de noviembre de 2007

Miradas I

Este es un fragmento de una historia que tengo entre manos, poco a poco iré publicando el resto de "MIRADAS" en Primavera infinitA.


Hace un par de cursos me decidí por una optativa por la que casi nadie que conocía estaba muy interesado. En esta clase había un chico de otra clase del que no me había percatado hasta el momento.

Es un chico dos o tres años mayor que yo. No es especialmente guapo (tampoco es feo), simplemente me resulta atractivo, quizá porque me callo muy bien.

En la primera practica me tocó hacer el trabajo con el de pareja con el y me cayó muy bien (quiero creer que fue mutuo).
Fuimos coincidiendo a lo largo del cuatrimestre.

En esa asignatura nos sentábamos en círculo. Un día, ya me había empezado a hacer “tilín”, estábamos uno enfrente del otro, a una distancia considerable con el ordenador abierto y ambos en el messenger (no tengo el suyo, pero se nota). Yo estaba hablando por el messenger con una amiga, y con este chico no parábamos de echarnos miradas furtivas, nos cazamos un par de veces, yo le iba contando a mi amiga y el, sospecho, a un amigo suyo q estaba a dos sitios de el, también en mi clase, frente a mi; así que veía perfectamente cada vez que el escribía (normalmente después de una mirada) y como su amigo y el se reían y se miraban.

A partir de ese momento las miradas continuaron, pero curso terminó.
CONTINUARÁ

lunes, 12 de noviembre de 2007

Necesito enamorarme.

Necesito enamorarme.


Sencillo ¿no?
Aparentemente lo es, al menos si hay algún muchacho en perspectivas. Pero últimamente me está resultando tan difícil. Es como una coraza, un “quiero pero, NO QUIERO”.


Es algo así como una hiperprotección inconsciente de mi ello a mi superyo en el que mi yo no tiene cabida alguna.


Me protege del caer desde demasiado alto, pero no me protege del querer y no querer/poder, de esas cavilaciones intrínsecas a mi persona como si de mi ADN se tratase.


¿Sencillo? NO

jueves, 8 de noviembre de 2007

La noche y Goethe.

"La noche es la mitad de la vida, y la mejor mitad". Goethe


Estaba pensando en que ya era hora de renovar el blog y, como no, de noche, para variar, la "nochivorez" es intrínseca a mi persona, así que me he acordado de esta frase del amigo Goethe.

Interesante ¿no es así? Al menos a mi me lo parece.

Me encanta la noche, no solo por salir de fiesta (a ver que vais a pensar). La noche implica mucho más, encierra algo mágico, en la noche aparecen las musas, los duendes aparecen bajo la luz de la luna, las hadas comienzan a danzar y juntos dan rienda suelta a mi cabeza, la imaginación rebosa y la creación susurra en la intimidad de la noche.



Buenas noches.

jueves, 1 de noviembre de 2007

There is...

There is time
There is live.
There is day,
There is night.
There is me,
Where is him?